- 1. ¿Qué es la COVID-19? ¿Cómo se contagia? ¿Cuáles son los síntomas?
- 2. ¿Cómo podemos protegernos frente a la COVID-19?
- 3. ¿Qué tratamientos hay para la COVID-19?
- 4. ¿Cómo funcionan las vacunas contra la COVID-19?
- 5. ¿Qué es la inmunidad de grupo o de rebaño?
- 6. ¿Por qué las vacunas contra la COVID-19 han estado disponibles tan rápido?
- 7. ¿Las vacunas contra la COVID-19 son seguras?
- 8. ¿Las vacunas pueden contagiar la COVID-19?
- 9. ¿Cuántas vacunas hay contra la COVID-19? ¿Por qué hay distintas vacunas?
- 10. ¿Las vacunas son eficaces?
- 11. ¿Las vacunas sirven para todas las variantes del coronavirus?
- 12. ¿Puedo elegir qué vacuna ponerme?
- 13. ¿Cuáles son los motivos para vacunarse?
- 14. ¿La vacuna contra la COVID-19 es gratuita?
- 15. ¿Es obligatorio vacunarse?
- 16. Cuando me vacune, ¿tendré algún documento que lo pruebe?
- 17. ¿Por qué actualmente no hay vacunas para todo el mundo?
- 18. ¿Por qué algunas personas se están vacunando antes?
- 19. ¿Cómo puedo saber cuándo tendré que vacunarme?
- 20. ¿Dónde se vacuna?
- 21. ¿Puedo pedirle a mi médico que me “recete” la vacuna?
- 22. Si he pasado la COVID-19, ¿tengo que vacunarme?
- 23. ¿Hay personas que no deben vacunarse?
- 24. ¿Puedo vacunarme si tengo hipertensión, diabetes u otras enfermedades o si estoy inmunodeprimido o en tratamiento con Sintrom?
- 25. ¿Cuáles son los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19?
- 26. ¿Qué debo hacer si tengo síntomas molestos después de vacunarme?
- 27. ¿Después de vacunarme puedo dejar de usar la mascarilla?
- 28. ¿Tendré que vacunarme más de una vez?
- 29. ¿Dónde puedo informarme?
- 30. Bibliografía
1. ¿Qué es la COVID-19? ¿Cómo se contagia? ¿Cuáles son los síntomas?
La COVID-19 es una enfermedad provocada por un virus, el coronavirus SARS-CoV-2.
El coronavirus se transmite por el aire, en las gotas de saliva, y así pasa de una persona a otra.
La COVID-19 puede tener síntomas diferentes. Los más frecuentes son:
- Fiebre.
- Tos seca, dificultad para respirar.
- Cansancio, malestar general.
- Dolor de cabeza.
También hay otros síntomas, menos frecuentes:
- Pérdida del gusto o del olfato.
- Dolor de garganta.
- Mocos.
- Dolores musculares o en las articulaciones.
- Náuseas o vómitos.
- Diarrea.
- Escalofríos.
Los síntomas más graves son:
- Dificultad para respirar.
- Dolor o presión en el pecho.
Si tienes algunos de estos síntomas, consulta a tu médico/a.
Las personas mayores de 60 años y las que tienen obesidad o algunas enfermedades crónicas, como la hipertensión, la diabetes, problemas de corazón o respiratorios, tienen más riesgo de tener una infección por COVID-19 más grave y tener que ingresar en el hospital.
2. ¿Cómo podemos protegernos frente a la COVID-19?
Las principales medidas de protección son:
- Usar mascarilla, en espacios abiertos y cerrados.
- Mantener una distancia de seguridad de al menos un metro y medio con las personas con las que no se convive en el mismo domicilio.
- Ventilar bien los espacios cerrados y priorizar las actividades al aire libre.
- Lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón, y usar gel hidroalcohólico.
Además, ahora disponemos de algunas vacunas que se están utilizando en todo el mundo y que nos ayudan a protegernos.
3. ¿Qué tratamientos hay para la COVID-19?
En este momento, no disponemos de ningún tratamiento que cure la COVID-19. Se están investigando algunos medicamentos para eliminar el virus, pero de momento no hay ninguno que sea eficaz.
Cuando los síntomas son leves, es suficiente con descansar, hidratarse y tomar paracetamol para la fiebre y el dolor de cabeza.
Cuando la situación es más grave y los pacientes tienen que entrar en el hospital, los profesionales sanitarios pueden tratar los síntomas y prevenir las complicaciones más serias, pero no hay ningún tratamiento que elimine el virus del cuerpo. Por ejemplo, pueden poner oxígeno o intubar a la persona para ayudarle a respirar, y también utilizan algunos medicamentos para ayudar a los pulmones a recuperarse.
Por esto es tan importante evitar contagiarse: para prevenir síntomas graves que, además, pueden dejar secuelas, aunque la persona se recupere.
En este tipo de enfermedades para las que no hay tratamiento o que pueden dejar secuelas, las vacunas son un arma muy importante porque reducen las posibilidades de que la gente se contagie.
Por ejemplo, en el caso de la meningitis provocada por bacterias, aunque hay tratamientos con antibióticos que son muy eficaces, hay una vacuna que se pone ya en la infancia para prevenir complicaciones y secuelas graves que pueden producirse aunque se reciba el tratamiento.
4. ¿Cómo funcionan las vacunas contra la COVID-19?
Las vacunas son una de las mejores armas que tenemos para luchar contra las enfermedades producidas por virus y bacterias.
Desde muy pequeños, nos vacunamos para protegernos contra enfermedades que antes mataban a miles de personas o que producían graves discapacidades, como la polio, la tosferina o el sarampión.
Las vacunas que están disponibles en este momento para luchar contra la COVID-19 son un poco distintas entre sí, pero todas tienen aspectos comunes importantes:
- Todas las vacunas enseñan a nuestro cuerpo a reconocer al virus como un elemento que no es propio y a producir “defensas” (que se llaman anticuerpos) que lo atacan. Así, nuestro cuerpo “aprende” a enfrentarse al virus y desarrolla “inmunidad”, es decir, aprende a reconocer y a atacar al virus cuando vuelve a estar en contacto con él.
- Las vacunas tradicionales contienen virus inactivados o debilitados para que nuestro organismo aprenda a reconocerlos sin peligro y, luego, cuando estemos en contacto con él, pueda atacarlo. Pero ninguna de las vacunas que se están utilizando actualmente contra la COVID-19 contiene virus vivos ni atenuados.
- Las vacunas contra la COVID-19 utilizan estrategias novedosas, fruto de la investigación. Hacen que nuestro cuerpo reconozca y ataque una parte del virus, llamada proteína S, que es la parte que utiliza para entrar en nuestras células.
5. ¿Qué es la inmunidad de grupo o de rebaño?
Se dice que hay inmunidad de grupo cuando la mayoría de la población ha desarrollado inmunidad contra un virus o una bacteria, es decir, están protegidos del contagio porque su cuerpo ha aprendido a defenderse. Esto hace que el virus o la bacteria “no tenga a quien infectar” y, así, poco a poco, van bajando los contagios.
Por ejemplo, en nuestro país, la mayoría de la población está vacunada contra el sarampión. Esto hace que el virus que provoca esta enfermedad, aunque circula en la naturaleza, casi no pueda contagiar a nadie.
La vacunación ha hecho que la viruela desaparezca en todo el mundo y que enfermedades como la difteria o la polio prácticamente hayan desaparecido en España. En países donde las vacunas no están disponibles, estas enfermedades causan la muerte o discapacidades graves a muchos niños y niñas todos los años.
6. ¿Por qué las vacunas contra la COVID-19 han estado disponibles tan rápido?
Las vacunas contra el coronavirus que causa la COVID-19 se han desarrollado en un tiempo récord, es verdad. Nunca antes se había podido hacer algo así, tan rápido, pero hay varias explicaciones:
- El virus que provoca la COVID-19 se llama SARS-CoV-2. Forma parte de una “familia” de virus que ya eran muy conocidos y sobre los que se lleva años investigando. Por esto los científicos han podido “aprovechar” datos de otras investigaciones que ya estaban en marcha.
- Cuando los científicos consiguieron conocer bien las características de este virus concreto (su genoma), estos datos se publicaron para que lo conocieran todos los equipos del mundo que trabajan en las vacunas.
- Como estamos ante una pandemia mundial, en muchos países del mundo, los gobiernos y las empresas privadas han invertido una gran cantidad de dinero para intentar tener una vacuna lo más pronto posible. Hay más de 250 equipos de científicos trabajando a la vez en este tema en todo el mundo. Además, se han ensayado muchas vacunas al mismo tiempo, para intentar conseguir una rápido.
- Los organismos internacionales también se han dado prisa en estudiar toda la documentación de cada vacuna para intentar aprobarlas lo antes posible. Pero en Europa, de momento, solo cuatro de ellas han pasado todos los controles.
- Incluso algunas vacunas empezaron a fabricarse antes de que se aprobaran, porque los ensayos mostraban que eran eficaces y así se adelantaba tiempo.
- Los gobiernos también llegaron a acuerdos con las empresas farmacéuticas para comprar las vacunas en caso de que las aprobasen. Lo hicieron con antelación, para ahorrar tiempo.
En el caso de las vacunas contra la COVID-19, aunque el proceso ha ido muy rápido en comparación con otros momentos de la historia, los científicos no se han saltado ninguna fase.
7. ¿Las vacunas contra la COVID-19 son seguras?
Es normal tener dudas sobre las vacunas contra la COVID-19. La situación que estamos viviendo es muy complicada; hay mucha información que va cambiando continuamente y también muchos rumores e información falsa.
Cuando un grupo de científicos trabaja en una vacuna, primero investigan mucho sobre el virus o la bacteria, para conocer cómo entra en nuestro cuerpo, cómo se reproduce, etc.
Después, cuando se diseña una vacuna, se hacen ensayos clínicos, es decir, pruebas para comprobar si la vacuna es segura y eficaz. Primero, se prueba con animales de laboratorio. Cuando se comprueba que la vacuna es eficaz y segura en estos animales, se prueba en personas. Son ensayos con miles de voluntarios que siguen un proceso muy controlado: les ponen dosis de las vacunas en cantidades distintas y vigilan todas sus reacciones. Así se puede saber qué dosis es eficaz y segura para las personas.
En las primeras pruebas, los voluntarios son personas de entre 18 y 65 años, sanas, por eso algunas vacunas de momento sólo están autorizadas en estas personas. A medida que hay más datos sobre la seguridad de la vacuna, se van añadiendo a las pruebas personas más mayores y con algunas enfermedades.
Cuando los ensayos clínicos indican que las vacunas son seguras, hay varios organismos que todavía deben aprobarlas. En Europa se encarga la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y en España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. La Organización Mundial de la Salud también ha supervisado todo el proceso de desarrollo de las vacunas contra la COVID-19. Estos organismos están formados por expertos que valoran los datos que los científicos les presentan y deciden si pueden aprobar la vacuna o piden que se siga investigando para mejorarla.
En el caso de las vacunas contra la COVID-19, aunque el proceso ha ido muy rápido en comparación con otros momentos de la historia, los científicos no se han saltado ninguna fase.
Ya han recibido al menos una dosis de vacuna más de 1.000 millones de personas en todo el mundo. En España, a finales de abril de 2021 ya se han administrado más de quince millones de dosis, y en Catalunya, más de dos millones. En esas fechas, en toda España ya hay más de tres millones de personas que tienen la vacunación completa y se está vigilando su evolución.
8. ¿Las vacunas pueden contagiar la COVID-19?
No. Las vacunas contra la COVID-19 aprobadas en este momento en Europa no tienen el coronavirus, de manera que no es posible contagiarse por haberse puesto la vacuna.
La vacuna ayuda a nuestro sistema inmune (nuestras “defensas”) a enfrentarse al virus y atacarlo para que no desarrollemos la enfermedad.
En algunos casos, las vacunas provocan síntomas leves y que duran poco tiempo (como cansancio, dolor de cabeza o fiebre), que son parecidos a los síntomas más suaves de la COVID-19 y por eso se pueden confundir con la enfermedad. Pero estos síntomas no aparecen porque se haya contraído la enfermedad, sino por una reacción de nuestro cuerpo a la vacuna. Es lo mismo que ocurre, por ejemplo, cuando se vacuna a un/a niño/a pequeño/a: la vacuna puede provocar una pequeña reacción, pero eso no significa que haya contraído la enfermedad para la que le han vacunado.
Además, las vacunas no provocan síntomas graves que sí provoca la COVID-19, como por ejemplo: dificultad para respirar, dolor en el pecho, pérdida del olfato o del gusto, dolor de garganta...
9. ¿Cuántas vacunas hay contra la COVID-19? ¿Por qué hay distintas vacunas?
En este momento, en España se están utilizando cuatro vacunas diferentes, que han pasado por ensayos clínicos para comprobar su seguridad y su eficacia. Son:
- Pfizer/BioNTech: hacen falta dos dosis, separadas por 21 días.
- Moderna/Lonza: hacen falta dos dosis, separadas por al menos 28 días.
Estas dos vacunas son parecidas y no tienen ningún componente de origen humano ni animal, ni antibióticos, látex o conservantes.
- Oxford/AstraZeneca: hacen falta dos dosis separadas por 12 semanas. Es una vacuna un poco diferente a las anteriores. Se recomienda sólo en personas de 60 años y más.
- Janssen: sólo se necesita una dosis.
Es importante recordar que todas las vacunas y todos los medicamentos pueden presentar efectos secundarios. Lo importante es que los organismos científicos, con los datos de los que disponen en cada momento, puedan acreditar que los beneficios son mayores que los riesgos.
Hay varias vacunas porque se ha investigado desde diferentes países y grupos de científicos. Como es necesario vacunar a millones de personas, era muy importante avanzar en la investigación al mismo tiempo, probando vacunas distintas, con formas de actuación diferentes. Así, se han podido probar varias vacunas al mismo tiempo y las que han resultado más seguras y eficaces se han podido fabricar más rápidamente.
En realidad, tampoco es nuevo que para una misma enfermedad haya diferentes vacunas, de distintas empresas farmacéuticas. Ocurre también con otras enfermedades, como la gripe.
Fuera de Europa se han desarrollado otras vacunas –por ejemplo, en Rusia o China–, pero no han sido aprobadas por los organismos responsables en la Unión Europea porque, en este momento, no hay datos suficientes sobre su seguridad y eficacia.
10. ¿Las vacunas son eficaces?
Ninguna vacuna, para ninguna enfermedad, es eficaz al 100%.
Las vacunas contra la COVID-19 han mostrado, en los ensayos clínicos, una eficacia por encima del 60% y en algún caso, del 95%. Todas ellas son muy eficaces para prevenir los casos más graves, evitar hospitalizaciones y muertes por COVID-19.
Los datos de países que han puesto millones de dosis han demostrado que la vacunación ha ayudado a disminuir mucho los casos y las muertes producidas por el coronavirus.
Esto significa que la mayoría de las personas que se vacunan no desarrollarán síntomas de la enfermedad. Y, aunque el “riesgo cero” no existe con ninguna vacuna, los datos disponibles hasta el momento indican que, si los desarrollan, serán más leves. Esto es muy importante en el caso de la COVID-19, que es muy grave en algunos grupos de población.
11. ¿Las vacunas sirven para todas las variantes del coronavirus?
Los virus son seres vivos que a veces cambian algunas de sus características. A esos virus que son algo diferentes se les llama “variantes”. Los virus cambian para adaptarse, para conseguir continuar infectando, para reproducirse mejor, etc.
Nadie puede prever cómo cambiará el coronavirus en el futuro, pero de momento las investigaciones muestran que las vacunas disponibles son eficaces para las variantes que están circulando por Catalunya.
12. ¿Puedo elegir qué vacuna ponerme?
No. Los profesionales de Salud Pública, que conocen bien las características de cada vacuna, deciden cuáles son las mejores para cada grupo de edad y para personas con determinadas enfermedades.
13. ¿Cuáles son los motivos para vacunarse?
Los objetivos generales de la vacunación son:
- Proteger a las personas que son más vulnerables, por ejemplo, las personas mayores o con enfermedades crónicas.
- Proteger a las personas que tienen más riesgo de contagiarse, como el personal sanitario.
- Proteger a las personas que hacen funciones que son muy importantes para que funcione la sociedad, como bomberos, policías, profesores, etc.
- Avanzar hacia la inmunidad de grupo para frenar al virus, proteger al resto de la sociedad y poder volver, poco a poco, a la normalidad.
Hay muchos motivos para vacunarse:
Por ti:
- Las vacunas hacen que baje mucho la posibilidad de desarrollar síntomas de la enfermedad.
- En caso de que haya síntomas, hacen que la enfermedad sea menos grave y no sea necesario ingresar en el hospital.
Por ejemplo, desde hace meses se ha vacunado a las personas mayores que viven en residencias y las muertes han disminuido un 97%.
Por todo el mundo:
- Cuantas más personas se vacunen, antes llegaremos a la inmunidad de grupo, es decir, a una situación en la que el virus apenas encuentre personas a las que infectar, porque la mayoría hayan pasado la enfermedad o estén vacunadas.
- Al bajar los casos graves, llegan menos enfermos a los hospitales. Así, los que llegan pueden ser atendidos mejor.
- Cuando nos vayamos vacunando, aunque tendremos que seguir protegiéndonos, podremos ir recuperando la normalidad poco a poco. Podrán volver a abrir sin restricciones los comercios, las cafeterías, las actividades extraescolares, etc., y se recuperará el funcionamiento normal de los colegios. Así, podremos retomar las actividades laborales y esto será bueno para la sociedad.
También es normal tener dudas y preguntas. Si es así, consulta en tu centro de salud. Los profesionales que te atienden están disponibles para contestar a tus preguntas.
14. ¿La vacuna contra la COVID-19 es gratuita?
Sí, en nuestro país, las vacunas contra la COVID-19 son gratuitas.
15. ¿Es obligatorio vacunarse?
No, la vacunación no es obligatoria.
Pero es posible que para poder realizar algunas actividades se pida un certificado de vacunación: por ejemplo, para viajar en avión (o también en coche) a algunos países.
16. Cuando me vacune, ¿tendré algún documento que lo pruebe?
Sí. Cuando nos ponemos cualquier vacuna, esta información consta en nuestro historial médico. Además, en el caso de la COVID-19, se puede obtener un certificado específico que se puede descargar en La Meva Salut o pedir en el centro de salud.
17. ¿Por qué actualmente no hay vacunas para todo el mundo?
El proceso de desarrollo y aprobación de una vacuna no va tan rápido como nos gustaría porque es necesario comprobar de manera muy seria su eficacia y su seguridad.
El proceso de fabricación tampoco es rápido: pensemos que es necesario fabricar vacunas para toda la población mundial. ¡Sólo en España somos más de 40 millones de personas!
Y tampoco es sencillo el proceso de conservación: alguna de las vacunas debe conservarse congelada a -80ºC. También son delicadas y hay que tener precauciones al transportarlas y prepararlas para que no se estropeen.
Esto hace que el proceso de fabricación y distribución no sea tan rápido como quisiéramos.
Además, algunas de las empresas farmacéuticas encargadas de la fabricación han tenido problemas para conseguir las dosis que habían comprometido y las vacunas están llegando en Europa más lentamente de lo previsto.
18. ¿Por qué algunas personas se están vacunando antes?
En este momento todavía no hay suficientes vacunas para todos. Por este motivo, se han hecho planes para vacunar primero a las personas que tienen más riesgo de tener una enfermedad grave y de contagiarse.
En una primera fase, se ha vacunado a:
- Personas mayores y personas con gran dependencia que viven en las residencias. Ha sido así porque son la población más vulnerable. Tenían una mortalidad muy alta. También se ha vacunado a los trabajadores de esos centros, para evitar que contagiaran a los residentes. En este momento, la mayor parte de estas personas ya están vacunadas.
- Profesionales de la salud de “primera línea”. Era importante hacerlo así porque, por su trabajo, al estar en contacto con personas contagiadas, tienen mucho riesgo de contagiarse y, por tanto, de contagiar a otras personas. Esto es muy grave porque trabajan con personas vulnerables que tendrían mucho riesgo si se contagiaran. Además, al vacunarse, han disminuido mucho las bajas laborales por COVID-19, así que hay más personal disponible para luchar contra la enfermedad. La mayoría de estos profesionales ya están vacunados.
Ahora estamos en una segunda fase. Aunque hay algunas variaciones entre comunidades autónomas, en general:
- Se está vacunando a personas mayores que viven en su casa. Se ha empezado por los mayores de 80 años, que tienen mucho riesgo de padecer una COVID-19 grave.
- En esta fase, también se vacunará a personas menores de 80 años pero que tienen gran dependencia y viven en su casa.
- Se ha vacunado a algunos profesionales esenciales, menores de 56 años, que no han pasado la COVID-19 y no tienen otras enfermedades. Por ejemplo, profesionales sanitarios que no están en primera línea (fisioterapeutas, psicólogos, farmacéuticos, etc.) y personas que están de cara al público (como policías, bomberos, protección civil, personal de ayuda a domicilio o de los centros penitenciarios y profesores de infantil, primaria y secundaria). Se ha hecho así porque una de las vacunas, la de AstraZeneca, todavía no estaba autorizada para mayores de 55 años y era necesario utilizar las dosis que estaban disponibles para que no se estropearan. Por eso se decidió vacunar a estas personas: están en contacto con mucha gente y era fácil organizar la vacunación porque se podía ir a sus centros de trabajo y vacunar a muchas personas en poco tiempo.
En una tercera fase:
- Cuando ya han sido vacunadas las personas mayores de 80 años, se está vacunando a las de 70 a 79 años, las de 60 a 69...
- A medida que se vayan fabricando más vacunas, se vacunará al resto de la población, las personas menores de 60 años. Primero, se vacunará a las personas que tengan enfermedades, porque son más vulnerables.
19. ¿Cómo puedo saber cuándo tendré que vacunarme?
Cada comunidad autónoma está organizando las convocatorias de una manera un poco diferente.
Es posible que se pongan en contacto contigo desde tu centro de salud o recibas un mensaje al móvil para decirte cuándo y dónde debes ir para vacunarte, o que se abra una página web para apuntarse. En cada lugar se hará publicidad (en los centros de salud, en las redes sociales, etc.) para que puedas enterarte.
La vacunación se desarrollará durante varias semanas para cada grupo, así que es posible que no tengas noticias de tu fecha de vacunación todavía. No es necesario que contactes con tu centro de salud para pedir cita, pero es importante que te asegures de que tienen tus datos personales correctamente (nombre y apellidos, teléfono, DNI, dirección…) a través de La Meva Salut. Si tienes dificultad para acceder a internet, pide ayuda en un centro de salud.
20. ¿Dónde se vacuna?
En la primera fase, los profesionales sanitarios se han vacunado en sus centros de trabajo, y las personas mayores y las grandes dependientes, en sus residencias.
A las personas mayores de 80 años que viven en su casa y a las menores de esta edad que son dependientes se les está vacunando en los centros de salud. Si no pueden acudir por motivos de salud, los profesionales van a vacunarlos a su casa.
En las siguientes fases se ha continuado vacunando en los centros de salud y también se prepararán algunos lugares muy conocidos de las ciudades, como estadios de fútbol, polideportivos o centros sociales, para que pueda ir mucha gente al mismo tiempo y no se entorpezca el funcionamiento normal de los centros de salud.
21. ¿Puedo pedirle a mi médico que me “recete” la vacuna?
No. La vacunación contra la COVID-19 se está gestionando desde los servicios de Salud Pública. Ni los médicos y médicas de familia ni otros especialistas pueden “recetar” la vacuna.
Esto es así porque es necesario organizar la vacunación por grupos de edad y riesgo, y se tiene que vacunar a muchas personas al mismo tiempo.
22. Si he pasado la COVID-19, ¿tengo que vacunarme?
Pasar la COVID-19 da inmunidad durante un tiempo, es decir, durante unos meses es muy poco probable que la persona pueda contagiarse, aunque ha habido algunos casos. Pero esta inmunidad disminuye con el tiempo, así que es necesario vacunarse aunque se haya pasado la enfermedad. Las personas menores de 65 años que han pasado la enfermedad solo necesitarán una dosis de la vacuna y normalmente se esperará 6 meses desde que la hayan pasado.
23. ¿Hay personas que no deben vacunarse?
Hay algunas personas que, de momento, no se vacunarán:
- Menores de 16 años, porque la vacuna todavía se está estudiando en este grupo de población. Esto es así porque se tienen que hacer pruebas de las vacunas para asegurarse de que son seguras para los niños y niñas y adaptar las dosis a sus cuerpos, que son más pequeños y responden de una manera diferente a las vacunas. Además, por suerte, este virus contagia menos a los niños y niñas y, cuando lo hace, produce una enfermedad muy leve.
- Mujeres embarazadas, porque en este grupo no se han hecho ensayos clínicos. Las mujeres que están amamantando sí que pueden vacunarse con normalidad. Para las mujeres que quieran quedarse embarazadas, en este momento, sólo se recomienda esperar unas semanas después de que la vacunación esté completa.
- Personas con antecedentes de reacciones alérgicas muy graves a la vacuna o con alergia a alguno de los componentes de estas vacunas.
También será necesario retrasar la vacuna para personas que, en el momento en que está previsto que se vacunen, tienen síntomas de COVID-19 (hasta que se confirme si tienen o no la enfermedad), personas con COVID-19 activa o en cuarentena por contacto estrecho con un caso positivo, hasta que acaben el aislamiento.
24. ¿Puedo vacunarme si tengo hipertensión, diabetes u otras enfermedades o si estoy inmunodeprimido o en tratamiento con Sintrom?
Sí, puedes vacunarte. De hecho, si tienes alguna de estas enfermedades es muy aconsejable que te vacunes para prevenir cuadros graves de COVID-19 y sus secuelas.
Si tienes dudas, puedes consultar a los profesionales de tu centro de salud.
25. ¿Cuáles son los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19?
Es normal que después de ponerse una vacuna haya algunas molestias. Prácticamente todas las vacunas las producen. Por ejemplo, es muy frecuente que un/a niño/a pequeño/a, al día siguiente de vacunarse, tenga un poco de malestar o fiebre o esté incómodo/a.
Con las vacunas contra la COVID-19, la mayoría de las personas no sufren ningún efecto secundario. Pero en algunos casos, puede haber algunos síntomas leves. Lo más frecuente es que aparezcan al día siguiente de vacunarse y desaparezcan en uno o dos días.
Los síntomas pueden ser un poco diferentes en función de la vacuna, pero los más frecuentes son:
- Molestias en el brazo, en la zona del pinchazo.
- Cansancio o malestar general.
- Dolor de cabeza.
- Fiebre.
Algunas personas también han notado, aunque es menos frecuente:
- Dolor en los músculos.
- Escalofríos.
- Dolor en las articulaciones.
- Náuseas.
Los síntomas desaparecen en uno o dos días y se tratan con paracetamol.
Algunos de estos síntomas son parecidos a los de la COVID-19, pero esto no significa que se haya contraído la enfermedad. Además, las vacunas no provocan síntomas graves que sí provoca la COVID-19, como por ejemplo: dificultad para respirar, dolor en el pecho, pérdida del olfato o del gusto, dolor de garganta...
Los efectos secundarios son conocidos por los responsables sanitarios y se hace un seguimiento de estos casos para asegurarse de que las vacunas son seguras. Cuando una persona que ha recibido la vacuna consulta a su médico/a por algún síntoma serio, éste/a se pone en contacto con los responsables de la vacunación que están encargados de recoger la información sobre todos los posibles efectos secundarios de la vacuna, para investigar las causas. Estos datos son compartidos con todas las comunidades autónomas y también con otros países para conocer mejor la vacuna.
En la mayoría de los casos, no hay relación con la vacuna. Es cierto que hay personas que han tenido problemas de salud serios (trombosis asociada a trombocitopenia) después de vacunarse, aunque ha pasado en muy pocos casos, aproximadamente uno entre 200.000.
Si se demostrara un riesgo elevado se retiraría la vacuna responsable o se pondría solo en aquellas personas en las que se pueda asegurar, con los datos disponibles, que los riesgos son razonables. Sobre esto, es importante recordar que todas las vacunas y todos los medicamentos pueden presentar efectos secundarios. Lo importante es que los organismos científicos, con los datos de los que disponen en cada momento, puedan acreditar que los beneficios son mayores que los riesgos.
También hay que pensar que la vacunación ha empezado con personas ancianas o enfermas, que es frecuente que tengan problemas de salud. A veces esos problemas coinciden con el momento en el que se pone la vacuna, pero esto no significa que estén provocados por ella.
26. ¿Qué debo hacer si tengo síntomas molestos después de vacunarme?
Si los síntomas son leves, puedes tomar paracetamol.
Si crees que los síntomas se relacionan con la vacuna y son más graves o estás preocupado/a, puedes dirigirte a tu centro de salud o llamar al 061.
Como medida de precaución, las personas que después de haber recibido la vacuna presentan dolor de cabeza intenso y persistente que aumenta con el movimiento y al estirarse, así como petequias o hematomas fuera del punto de inyección, tienen que acudir a su centro sanitario de referencia.
27. ¿Después de vacunarme puedo dejar de usar la mascarilla?
No. Hasta que hayamos alcanzado la inmunidad de grupo, debemos seguir protegiéndonos. Por varios motivos:
- Aunque las vacunas son muy eficaces, ninguna protege al 100%.
- Además, se está investigando si el virus puede quedarse en la garganta o en la nariz de una persona vacunada, de manera que, aunque no desarrollara síntomas, sí que podría contagiar a otras personas.
Por lo tanto, te tienes que seguir protegiendo:
- Usa la mascarilla, tanto en espacios abiertos como cerrados.
- Mantén una distancia de al menos un metro y medio con personas no convivientes.
- Ventila muy bien los espacios cerrados.
- Lávate las manos frecuentemente y utiliza gel hidroalcohólico,
28. ¿Tendré que vacunarme más de una vez?
Es posible. En este momento, todavía no se sabe bien cuánto tiempo durará la protección de la vacuna porque hace poco tiempo que se ha empezado a vacunar.
Pero esto es algo habitual. Algunas vacunas protegen durante toda la vida, como por ejemplo la de la varicela o el sarampión; pero hay algunas enfermedades contra las que es necesario vacunarse varias veces, como el tétanos (cada diez años) o la gripe (cada año).
29. ¿Dónde puedo informarme?
Puedes informarte en tu centro de salud, llamando al 061, o en el Canal Salut. Es muy importante que siempre elijas fuentes fiables para informarte porque hay muchas informaciones falsas o manipuladas.
30. Bibliografía
- 6 raons per vacunar-me. Departament de Salut, Generalitat de Catalunya.
- Decàleg informatiu sobre la vacuna contra la Covid-19. Decàleg per a professionals. Departament de Salut, Generalitat de Catalunya.
- Enfermedad por coronavirus (Covid-19): Vacunas. Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Estrategia de vacunación COVID-19. Preguntas y respuestas. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
- Información básica sobre la Covid-19. Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Objetivos de la estrategia de vacunación. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
- Vacuna contra la COVID-19, preguntes i respostes. Agència de Salut Pública de Barcelona.
- Vacunació Covid-19 Catalunya. Preguntes freqüents. Informació per a professionals sanitaris. Departament de Salut, Generalitat de Catalunya.
- Vacunación COVID-19. Preguntas comunes. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.